Una manguera de metal flexible es un conector flexible vital en los sistemas de tuberías, diseñada para puentes los huecos entre los componentes fijos y móviles al tiempo que garantiza la transferencia confiable de fluido o gas. Su estructura núcleo comprende un tubo de metal corrugado, generalmente hecho de acero inoxidable para resistencia a la corrosión, con opciones como cobre o aluminio para necesidades específicas, reforzada por una capa de metal trenzada externa, típicamente de acero o aleación de níquel, lo que mejora la capacidad de la presión y previene la sobrevolcamiento.
Este diseño ofrece una flexibilidad excepcional, lo que permite curvas y giros ajustados para navegar por diseños complejos de tuberías sin torcedura, lo que lo hace ideal para conectar bombas, motores o turbinas donde la vibración y la desalineación son comunes. Maneja una amplia gama de temperaturas, desde condiciones criogénicas hasta más de 1000 ° C, y resiste la abrasión, los productos químicos y las altas presiones, superan las mangueras de caucho en entornos industriales duros.
Disponible con la brida, las conexiones roscadas o soldadas, se integra perfectamente en los sistemas. Un adaptador de brida asegura la compatibilidad con diferentes tamaños de brida, simplificando la instalación. En las configuraciones del sistema, funciona sinérgicamente con otros componentes: una junta de expansión a continuación maneja grandes desplazamientos térmicos, mientras que esta manguera absorbe vibraciones. Una junta de expansión de caucho amortigua las oscilaciones de baja frecuencia, y una junta de desmantelamiento facilita el acceso de mantenimiento. Una válvula de retención de pato evita el flujo de retorno, mejora la seguridad del sistema.
Las ventajas clave incluyen durabilidad, versatilidad y larga vida útil. Se adapta a diversas aplicaciones, desde refinerías de aceite hasta procesamiento de alimentos, manejo de medios como vapor, productos químicos y agua. El refuerzo trenzado garantiza la integridad estructural bajo presión, mientras que el núcleo corrugado mantiene flexibilidad. Al acomodar el movimiento y reducir el estrés en las tuberías rígidas, garantiza un funcionamiento eficiente sin fugas, lo que lo hace indispensable en los modernos sistemas de fluidos industriales, comerciales y de infraestructura.